En México, en la actualidad político-resolutiva de nuestras instancias legislativas federales, se insta a que se llegue a acuerdos. Para entender el contexto del proceso de resolución de la Reforma Política tiene varios pasos. La reforma por algunos elogiada [como Luis C. Ugalde, Aguilar Camín, Denisse Dreser y todo el que se apueste por una renovación de las instituciones], vemos que está siendo estudiada y será modificada en el marco de la inexorable conclusión del periodo de sesiones de las Cámaras de México. Ésta, ya pasó por las puertas del Senado de forma satisfactoria pero, ahora, busca que se turne a la Cámara de Diputados, aunque ambos órganos hayan terminado su primer periodo de sesiones legislativas.
Por ende, es preciso asentar cuándo son las sesiones bicamerales y cómo se podría convenir dicho proyecto [con los pros y los contras escenificados por sus ejecutores en el Congreso de la Unión], para que, en instancia definitoria pase un periodo extraordinario de sesiones en la misma Cámara y se apruebe por el bien ¿De quién?
El perdiodo de sesiones del Congreso, es uno que dista mucho de ser abarcativo. Su duración es desde la reforma de 1986 en dos periodos, desde el 1º de septiembre al 15 de diciembre -pudiéndose extender hasta el 30 de diciembre- y del 1º de febrero al 30 de abril. Esto supone que en el tiempo actual, a pesar de que la Reforma Política fue propuesta en diciembre de 2009, impulsada por el presidente Felipe Calderón, no ha sido aprobada para su promulgación en el Diario Oficial de la Federación y por ello, diferentes fuerzas políticas se están orientando por aprobarla.
La razón, puede ser que vivimos en un atraso político y económico de 10 años para acá. Comparándonos con otras naciones similares a México como las sudamericanas, estas crecen más que nosotros por tener una estructura institucional que funciona. Una modificación a la estructura política imperante, la propuesta original del presidente, hasta hace unos meses había sido trunca por diputados de oposición.
Lo inminente es que el PRI, tras ganar [de forma abumadoramente preocupante para la consolidación democrática y con miras a la elección presidencial de 2012] las 3 elecciones recientes en el Estado de México, Coahuila y Nayarit, busca ahora impulsar la Reforma Política; y no sólo esta sino también la laboral y la de seguridad que también estaban siendo discutidas en el pleno. La razón más verosímil y obvia, es que tras ver el resultado de un bastión tan importante como lo es Edo. Mex. buscan ahora, que todavía mantienen mayoría relativa en la Cámara de Diputados, sumar esfuerzos con otras fracciones políticas, para dejarle en bandeja de oro la composición estructural del Legilativo federal a quien podría ser, dados los comicios de estas 3 entidades, un candidato fuerte a la presidencia como lo es el gobernador actual de Edo. Mex, Enrique Peña Nieto.
Es interesante ver que la Reforma Política pasó el Senado, con el apoyo de la mayoría relativa del PAN y de la anuencia del senador priista, Manlio Fabio Beltrones, pero que en la Cámara baja, por la influencia de Peña Nieto [dicen en su estado ciertas fuentes] no había procedido para su aprobación para no beneficiar al presidente de la República en turno. Alargar el proceso de aprobación, el tiempo de espera, fue pensado con detalle, para que el partido en el poder [PAN] no gozara de los beneficios de la reforma que promovió el mismo Ejecutivo. Por ello no pasó el Senado desde 2009 hasta este 2011. Parecía que a Peña Nieto [uno de los líderes dentro del PRI] no aceptaba su aprobación dada su privilegiada posición en la carrera presidencial. Sin embargo, la tajante posición de Peña Nieto de no apoyar la reforma, tras el pronunciamiento de la dirigencia del CEN del PRI, fue rectificada para beneficio del país y se discuta y apruebe en este periodo de extraordinario de sesiones.
Para los intereses del priismo, les puede beneficiar si llegara a ganar el candidato Peña Nieto en las elecciones presidenciales, quien con su aprobación, tendría un tejido institucional fuerte [cosa que hasta hoy no han tenido los dos gobiernos federales panistas], para avanzar, a pesar de las estabilidad macroeconómica y el aumento de reservas internacionales de México, lo que no hemos crecido alta y sostenidamente desde hace 10 años como algunos países sudamericanos, falta de crecimiento cuyos cómplices, han sido la oposición [incluido el PRI, PRD, etc.], teniendo con su empecinado querer, frenadas reformas u obstruyendo la realización de verdaderas reformas [como resultado está la reforma electoral de 2007], que sí, producen cambios, pero en su mayoría no de fondo. Vemos con este ajedrez político que el PRI está tomando de forma oportunista la aprobación de la reforma venida de Los Pinos, mientras que pore un tiempo frenó las reformas. Si embargo, ahora, la reforma política tiene, en general y con algunos cambios, su venia.
La fortaleza habla
De las 10 propuestas de Calderón que pasaron para poder ser posiblemente promulgadas, son 4: la 1 [reelección de alcaldes], la 2 [reelección de diputados y senadores], la 5 [candidatura ciudadana] y la 9 [la figura del referéndum]. Aún falta por tomar en cuenta la reducción de los legisladores [en ambas cámaras] y la figura de la iniciativa ciudadana, entre otras.
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