La verdad, la subjetividad y el criterio

«La verdad nos hará libres», es una frase de una conocida Universidad en México. «Quid est veritas? -¿Qué es la verdad?-», fue algo que preguntó Pilatos a Cristo cuando disponía a juzgarlo. Algunos dirán que nunca se llega a la verdad, o que cada quién tiene su verdad, otros podrán decir que es decir lo correcto o lo que pasó en cierta circunstancia. Pero la verdad es algo que construimos y descubrimos cada día: por más que se diga a sí, que no existe o que no se puede alcanzar, cada quién sabe que algo - pequeño o grande - es verdad.

Tampoco se puede dudar, que cada persona es subjetiva, por ser un sujeto, y por ende no puede hacer juicios totalmente objetivos en todas circunstancias, porque él o ella no es perfecto -como todos- pero como decíamos, podemos construir la verdad que estamos buscando, es decir, construir nuestro criterio. A pesar de que actuamos subjetivamente, no podemos relativizar la verdad de que existimos (porque, entre otros, pensamos, sentimos y sabemos eso [autoconciencia]). Eso sería dudar de algo que percibimos y sabemos.La verdad es, por tanto, algo que se vive y se forma.

No nos vamos a meter tan a fondo en asuntos filosóficos para entender, que poco a poco se saben avances en el conocimiento del universo, o de la ciencia. Existen ciertas leyes que es una afirmación que nunca falla, y siempre se da, generalmente a diferencia de las leyes sociales, en las ciencias naturales. Que la ley de la famosa manzana de Newton (la de gravitación universal, que según un físico británico, se rompe en ciertos lugares del espacio donde existen "hoyos negros"), o la de la inercia, o las relativas a la mecánica de sólidos o fluidos, etcétera. Sin embargo, no debemos irnos a los hitos de la ciencia para saber que existen verdades. Lo que aprendemos cada día, por ejemplo. Eso es algo valioso, que no podemos desechar. La construcción de nuestro criterio nos debe llevar a tener la certeza de lo que conocemos es verdad, si no, ¿para qué conocemos, vivimos o aprendemos? A la verdad, llegaremos cuando culminemos lo que tengamos que hacer aquí en la tierra, cuando cumplamos lo que se nos ha confiado en este mundo: los papás, los hermanos, los amigos, el novio, la novia, etc. De todos ellos tendremos que responder, en algún lugar o con alguien (llámese cielo, Dios), estemos seguros de que no tendremos problema por ese esfuerzo por conseguir la misión personal y colectiva en lo cotidiano.

No obstante, para que ese esfuerzo tenga "efecto", debemos de buscar la verdad; a pesar de que somos subjetivos, tenemos ese deseo intrínseco en nosotros de saberla. Si creemos en el cristianismo (católico, ortodoxo o protestante) Dios es la Verdad, pero si no fuéramos de esa religión, debemos buscar la verdad en esta vida, independientemente de si creamos o no en una religión, o en Dios porque está inscrito en el corazón de los seres humanos la Ley Natural, que guía la conciencia de cada uno y que conforma la verdad aunada a la misión o vocación personal de cada uno. Si bucamos decir la verdad y que nos la digan, al final, habrá menos problemas y seremos más felices, más libres.